viernes, 16 de septiembre de 2016

LA BATALLA DE CHAPULTEPEC 3/a Y ULTIMA PARTE

Al final de la batalla tuvo lugar la muerte de en quien se basó la leyenda de Juan Escutia, el Capitán Margarito Zuazo, quien a pesar de haber sufrido sangrientas heridas por Bayoneta, rescata la bandera de Guerra de su batallón, el batallón Mina, la coloca en su pecho; se resguarda en el edificio mayor del molino del rey y enfrenta la última y más encarnizada carga de bayoneta de los invasores, pero pese a las nuevas y desgarradoras heridas impuestas en su cuerpo por las bayonetas enemigas, logra salvar su bandera y muere fuera del campo de batalla en manos de su esposa, sin que los salvajes invasores hubieran puesto sus sucias manos en el lábaro patrio, de este Héroe desconocido, el castillo de Chapultepec guarda su reliquia, los verdaderos héroes no se cuentan en la historia oficial.

Bandera del Batallón Mina, Lábaro patrio que Protegió con su Vida el Capitán Margarito Zuazo, en la Batalla del Molino del Rey y que dio forma a la leyenda de Juan Escutia
            El día 8 de Septiembre el Molino del Rey era custodiado por el Ejército Norteamericano, no había nada que hacer, ¿ y Santa Anna?,  ¿y los refuerzos?, por más que alguien quiera decir que no hubo traición y conspiración para ver a México y  los Mexicanos, mutilados de su territorio y humillados por la cruel invasión no hay más que volver los ojos a la Historia de su Alteza Serenísima, bribón de quinta, maldito seductor de la patria.
            Y así comienza el asedio al castillo de Chapultepec, ubicado en el cerro del chapulín, único y último obstáculo para tomar la capital del  país por parte del General SCOTT y su ejército, la mañana del 12 se inició el bombardeo sobre las posiciones defensivas de las instalaciones de donde estaba alojado el HEROICO COLEGIO MILITAR, esta posición era comandada por Nicolás Bravo, se contaba para la defensa del cerro y del colegio con menos de 50 cadetes, quienes de forma voluntaria solicitaron no ausentarse de la batalla y defensa de su escuela pese a que el General Mariano Monterde, director del Colegio Militar, los había licenciado para que fueran a sus casas, además de ellos había tropas que habían sobrevivido a las anteriores batallas y el glorioso Batallón de san Blas al mando del Heroico, Valiente  y poco reconocido Teniente Coronel  FELIPE SANTIAGO XICOTÉNCATL,  sin duda otro héroe olvidado por la ingratitud nacional, ese día con la furia del cañoneo enemigo murió el abanderado del Batallón de San Blas, unidad que se encargó de la defensa de las faldas del cerro, al ver esto el valiente Xicoténcatl Corona, tomo el lábaro y durante el asalto norteamericano murió envuelto en el lábaro patrio, símbolo con el que fue sepultado en la capilla de San Miguel Chapultepec, al ver que el enemigo avanzaba y no había órdenes que cumplir los cadetes líderes decidieron salir juntos por el jardín botánico. Los cadetes Juan Escutia, Vicente Suárez y Fernando Montes de Oca, optaron por quedarse y luchar junto con los otros soldados del Batallón de San Blas quienes se habían ubicado al lado del jardín botánico para proteger la salida de los cadetes más jóvenes. Entre estos estaban Francisco Márquez y Miguel Miramón pero la posición era muy riesgosa y fueron blanco fácil de las balas estadounidenses. Francisco Márquez, de tan solo 14 años, logró proteger la salida de los cadetes y pereció en su puesto.

Castillo de Chapultepec


            En la mañana del 13 de septiembre a las 12 del mediodía la posición Caballero Alto cae en poder de las fuerzas estadounidenses por lo que Miguel Poucel ordena a la Segunda Compañía compuesta de 40 alumnos, 4 cabos y el sargento Teófilo Noris contra atacar. Esta compañía no recibió más órdenes porque el General Monterde había sido tomado como prisionero. Al ver que la posición ya estaba perdida, Poucel dio la orden de dejar las armas en el suelo como señal que nunca las entregarían personalmente. 

            Las edades de los cadetes oscilaban entre los 12 y 18 años; los instructores Oficiales a cargo tenían un poco más de edad, pero jóvenes todavía. El resto de la tropa de primera línea se encontraba muy reducida pues los remanentes habían sido desplazados hacia varios puntos de defensa alrededor de la Ciudad de México; y la mayor parte del ejército de línea ya había sido destrozado en el norte y oriente del país.

            La historia oficial mexicana recuerda en particular a seis de esos jóvenes que perdieron la vida en el combate. A estos jóvenes cadetes se les llama Niños Héroes de Chapultepec porque fueron los últimos en oponer resistencia aun cuando el general ya había ordenado rendirse. Sus nombres: Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Francisco Márquez, Juan Escutia, Juan de la Barrera y Vicente Suárez.
            Finalmente el 14 de Septiembre de 1847 , con la celebración del XXXVII años del grito de Dolores la Bandera de estado Unidos es izada en la plaza de armas de la ciudad de México, temprano por la mañana, al rendirse el último bastión de la Ciudadela, el general J A Quitman entró al zócalo al frente de una columna militar y se formó mirando al Palacio Nacional
“Después de entrar al palacio por unos momentos, ansioso de impresionar a la inmensa multitud de mexicanos que observaban el espectáculo desde balcones, ventanas y azoteas de los edificios, con la importancia que tiene la ceremonia, ordené a la columna que se alineara con los oficiales al frente con el propósito de saludar a la orgullosa bandera de nuestro país tan pronto como fuera desplegada en la asta bandera al centro del palacio, y al mismo tiempo instruí a mi principal edecán, el teniente M Lovell, que colocara la enseña nacional de las barras y las estrellas, y no cualquier insignia de algún regimiento Mientras se disponían a hacer estos arreglos, vi que la bandera del regimiento de los rifleros era llevada por un oficial que entraba por la puerta principal del palacio, y antes de que pudiera evitarlo, esa bandera por un momento fue agitada desde el balcón del segundo piso del edificio”
            De acuerdo al Diccionario de la Real academia de la lengua la palabra CELEBRAR significa: “…REALIZAR UN ACTO FESTIVO POR ALGO QUE SE LO MERECE…”, “…MOSTRAR O SENTIR ALEGRÍA POR ALGO O POR ALGUIEN…”, desde luego que se tiene que recordar solemnemente a los Héroes que defendieron ese último obstáculo, claro que debemos conmemorar a los defensores niños Hijos del Colegio Militar, no hay duda, pero debería ser eso una conmemoración a una batalla perdida, a la última batalla antes de perder una Guerra plagada de dudas del patriotismo de sus mandos, deberíamos tal vez, recordarlos con pesar y con todo el amor a quienes dieron su vida por una causa que ellos creyeron justa sin saber que eran traicionados por quien debió y no quiso o no supo apoyarlos con fuerzas acorde a las circunstancias, ahí nos enteramos como Mexicanos lo que es la corrupción a gran escala y que tanto daño hizo y sigue haciendo a nuestra querida Patria.
            Deberíamos recordarlos como al Hermano que muere y se le quiere y extraña, o acaso hemos visto cenas baile en Hiroshima (Japón), por la caída de la bomba que fue el inicio del fin de la segunda gran guerra, ¿se hacen fiestas para celebrar la derrota de las tropas norteamericanas en Vietnam?, se conmemoran eso sí, porque ahí se perdieron vidas valientes, pero nada más.
            Que pensara un invitado agregado Militar de Estados Unidos en nuestro País, cuando tontamente se le invita a la cena de gala en las instalaciones del Heroico Colegio Militar, a CELEBRAR NUESTRA DERROTA QUE AL MISMO TIEMPO FUE SU VICTORIA, ¿Qué pensara?.
            Celebramos derrotas y seguimos creyendo en Traidores este parece ser el triste destino de México, algún día levantaremos las cara y tal vez entonces juzgaremos a los traidores y corruptos y entonces si tendremos motivos para celebrar VICTORIAS………



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